jueves, 19 de agosto de 2010

Ireal

Ya lo había escuchado,
y ya me lo esperaba,
de alguna forma lo sabía

Si, era de esperarse,
sabíamos que llegaría,

(ningún sentimiento de tristeza,
solo un pensamiento profundo)

Nada era real aún,
el mundo seguía girando
y el tiempo no se detuvo

Una exalación de aire
que ya no volvió

El auto hiba rápido(pese al tráfico)
las avenidas y callejones se veía sombríos

Nada era real aún,
la ciudad seguía su ritmo
y el reloj siguío corriendo

La musica se acabó
y era hora de bajar

Un gran abrazo
y una frase perdida

Nada era real aún,
los paso hiban lentos
y el asombro era aunténtico

Caras conocidas
y caras lejanas

Completos desconocidos
y rostros del recuerdo

Todo comenzó a aclararse,
ya estaba en el pasillo,
saludo o no saludo?

Muchos estaban en lo suyo
y no era imprenscindible el saludo

Seguía su rumbo entre abrazos y saludos
y fraces perdidas

Todo comenzo a aclarse,
la casa estaba llena de gente
y llena de arreglos florales

Saludos algo mas familiarse
se avecinaban con cada paso

Ya adentro todo era conocido,
sólo la caja hacia la diferencia

Fue entonces cuando lo inreal
se pinto de ralidad,
y cuando todo se aclaro

Una musica de fondo,
y unas palabras que llegaban al alma

Hicieron que se quebrara el hielo
y algunas gota de agua pura corrieron

Recuerdos que no parecian existir
sugieron de momento,
que era eso?

Tenía sentimientos?
al parecer, sí

El vidrio deja ver
su rostro pálido y maltratado

Y entonces entendí que lo inreal
nuevamente se hizo realidad
y que había llegado el momento del adios....

miércoles, 4 de agosto de 2010

el Odio propicio..

Me odio
me odio sin duda alguna,
sin poder evitarlo,

Odio mi feminidad,
odio lo que me hace delicada,
odio el ser como el cristal

Odio el "no poder"
odio mi debilidad
odio mi ausencia de fuerza

Odio a estos brazos
que no me dejan vencer,
odio a estos ojos
que se rinden ante el llanto

Odio a esta boca que no se calla,
odio a estos pies chuecos
que me hacen tropesar

Odio a estas piernas
que persisten en la aventura
pero que en la carrera no me ayudan,
odio mis rodillas que no me resisten

odio esta espalda que me aflije constantemente,
odio mis hombros que no son capaces de soporta
el peso necesario de estos años

Odio este cerebro que no sueña ante el pensamiento
odio mis manos que aparentan hacer mucho,
pero que no conocen el trabajo arduo

Odio este corazon de hierro, que con corasa dura,
resite en cualquier pelea, pero que con la punta
de una aguja mengua y se ve vencido

Odio a este cuerpo que tiríta ante el frío,
y que se rinde ante la "verguenza",
odio a este cuerpo que no perciste, ni se esfuerza,
por continua el camino que queda por recorer

Y odio el sable atravesado en mi gaganta,
que hace de esta agonía, un tetrico cuadro
que sólo quedará grabado en la memoria,
de este libro jamas leído

De aquel estante abandonado,
del la vieja biblioteca que creen
en este sueño del que no despierto....